lunes, 7 de septiembre de 2009

nostalgias líquidas (primera parte)


Vuelvo a recorrer aquellas viejas calles del barrio donde crecí , de repente puedo percibir una alucinacion, veo a una niña de casi cinco años, dirigiendose al colegio con una gran mochila, parece que llevara mucho peso sobre su pequeña espalda, es el peso tal vez de un gran vacío que hay dentro de ella, anda despeinada, la presiento pensativa, quiero asomarme, de repente levanta la mirada hay algo en sus ojos ¿ confusión? ¿tristeza?, sus diminutos zapatos detienen el paso, entonces quiero decirle "no hay mal que dure cien años", veo lágrimas recorrer sus rosadas mejillas, no resisto darle un abrazo luego me doy cuenta que la niña es más grande.


Aún recuerdo esos años, cuando mi imaginación llegaba a mover montañas, y podía dominar al "huracán cesar"...no puedo revertir el tiempo para intentar ser pequeña; pues a pesar de todo lo depresivo... existieron minutos que podía convertir en horas de felicidad, podía olvidar mi soledad, mi pobreza y el triste augurio de esas frívolas mañanas.

"Ahi te espero" le decía a Dios, para regalarme en mis sueños un amigo con quien jugar, porque todo lo adquiri de mi mente de mis "ilusos pensamientos"...las muñecas, las flores de colores y esos grandes árboles para trepar bien alto e intentar mirar el cielo de cerca, tocar una nube, irme volando para no despertar jamás.

Siento mis ojos bien abiertos... puedo contemplar su brillo frente al espejo, recuerdo que de niña una vez limpiando mi casa me encontre dos soles, pero para mi no eran solo dos simples monedas, era encontrar un baúl lleno de joyas, me sentí millonaria por un momento; como era aniversario de mi barrio, había mucho por hacer, todo era fiesta, juegos y más juegos...con dos soles convertí aquel día en el más feliz de mi corta vida, lo desperdicie en los videojuegos y en una manzana acaramelada, me gusto porque fue "mi día de la independencia" aunque sólo durara unos cuantos minutos, de ahí bueno...regrese a la prisión de los olvidados.
Me recuesto en mi cama mirando el techo, imaginandome como hacerlo transparente para observar el cielo oscurecido salpicado de estrellas; antes lo lograba pero perdi ligeramente aquel toque, ya han pasado varios años mucho ha cambiado, antes me gustaba el sol ahora me gusta la luna, ahora sé que hay más de lo que perciben mis ojos; vuelvo mirar el techo e imagino cuando tenía vigas de madera, recordé haber escondido hace tiempo una carta dirigida a Dios que decía " si tu me regalas hoy un sueño bonito, nunca voy a mentir diosito", me gustaban mucho las rimas y esperaba una respuesta; pasaron dos meses no me respondió entonces pense que estaría muy ocupado cumpliendo sueños a otros niños...así pasó hasta que experimente como se siente morir... cuando por huir del demonio caí mirando mi triste reflejo a un profundo estanque, sentí morir, vi mi vida pasar como en escenas, ví a muchas personas que no conocía, ya no había aire solo agua, entonces otra vez Dios me envió un angel para despertarme, nade con todas mis fuerzas hasta lograr salir, con su calidez el sol seco mi rostro, no hay más sino el retorno aquella casa de la muerte...






No hay comentarios:

Publicar un comentario